Mi nombre es Edilberto Méndez Chacón, formo parte de la Asociación Misioneros del Amor de Jesús y Maria desde su fundación, hace aproximadamente veintiocho años, bueno después de participar en la elaboración de estatutos y de ayudar en su formalización, serví al Señor como representante legal de la Asociación por muchos años, y por la gracia de nuestro Señor he recibido infinidad de bendiciones, pero de todas ellas resalto mi sanación corporal la cual describo a continuación: En la actualidad tengo cincuenta y nueve años, y desde muy joven los médicos me han advertido que mis glándulas prostáticas son muy grandes, y efectivamente desde hace unos cinco años atrás ha venido con problemas, con un dolor en el vientre, en la espalda, y dificultad para la micción.
El 1 de octubre de 2021 tuve un episodio donde no me fue posible evacuar la orina por un dolor intenso y me tuvo que llevar por urgencias donde me colocaron una sonda, y después de una semana que pase con todas las incomodadas que ustedes se podrán imaginar me la retiraron, pero después de ello me infecte por la sonda, me formularon antibióticos, estuve incapacitado, no pude dormir y tuve un malestar terrible.
Posteriormente tuve controles médicos y la próstata continuó inflamada aunque no en la misma proporción, pero el urólogo me dijo que, si no desinflamaba tenia que entrar a una cirugía, o la otra alternativa era tomar medicamentos de por vida, pues esta glándula una vez se la inflacion es lenta su recuperacion y que en cualquier momento puede volverse a inflamar, adicional el riesgo es un cancer que puede aparecer en cualquier momento.
Nuestro Director Espiritual estaba enterado de mi situación y me decía que debíamos esperar las indicaciones de Nuestro Señor, cuando llegue mi turno, en julio de 2022 don Luis Fernando me llamo y me pidió todos los resultados de mis exámenes médicos, me citó para el 26 de julio en la comunidad para que Nuestro Señor obrará en mi;sin embargo ya en la sanación Nuestro Señor pagará que yo debía cuatro misas especiales por mi conversión, mi sanación y mi liberación, y que debía confesarme, por lo menos quince días antes de mi próxima cita a la sanación. En obediencia durante el mes de agosto de 2022, cumplió con las tareas que me había indicado Nuestro Señor. El 1 de septiembre recibí comunicación de parte de la Comunidad indicándome que tenia cita el 6 de septiembre para mi sanación.
Ese día en la Sanación, sentí grandemente la presencia de Nuestro Señor y de la Virgencita Maria, don Fernando me informó que Nuestro Señor me iba a operar pero que estuviera tranquilo, ya en la sanación sentí un fuerte dolor en mi abdomen como si me estuvieran retirando algo de mis entrañas, quede bastante delicado y Nuestro señor me incapacito cuatro días, los cuales estuve en total reposo.
A partir de ahí empezó mi recuperación ya sentirme mucho mejor. En octubre de 2022, asistí a control donde la uróloga y para la gloria de Dios, todos mis exámenes salieron muy bien, mi orina es adecuada ya no es tan frecuente como antes, y hoy en día no tomo ningún medicamento bendito sea el Señor ya nuestra madre Santísima la virgencita María.
Además, gracias a que cumplió con las sagradas eucaristías todos los días, del año, el Santo Rosario, la Coronilla de la Divina Misericordia y las confesiones, la asistencia a la formación todos los sábados, fui favorecido con la Sanación y liberación que Nuestro Señor Jesucristo adelantó en nuestra comunidad en noviembre de 2022. Allí recibió nuevamente las bendiciones de NJS, en mi sanación, y fui testigo de todas las bendiciones que NJS aumentó sobre todos nosotros, con nuestras sanaciones y liberaciones.
A nuestro Señor Jesucristo ya nuestra madre del Cielo la virgencita María, diciendo que los amo y les agradezco porque me llamaron a ser parte de la Asociación, y un agradecimiento especial por regalarnos a ese instrumento suyo que es nuestro Director Espiritual don Luis Fernando Gómez, una oración especial por él ya su familia, ya todos nuestros coordinadores compañeros y todos los que hacen posible que todas estas bendiciones lleguen a nosotros ya nuestras familias.
Por este testimonio quiero animar a las personas con tantas necesidades, para que asistan a la Asociación, se formen y puedan servir al Señor, para que también sean participes de estos regalos y bendiciones que tiene nuestro Señor Jesucristo para cada uno de nosotros y nuestras familias.
Amén