LUZ DARY ROMERO TRIANA
Mi nombre es Luz Dary Romero Triana, tengo 47 años y soy Docente de profesión. Conocí la Asociación Misioneros del Amor de Jesús y María en el año 2009 cuando la coordinadora del jardín donde laboraba, me invitó a una oración comunitaria, luego de saber que era católica.
En un primer momento no tuve una buena impresión porque no conocía las cosas del Señor, por eso no quise volver, sin embargo, la coordinadora que me había invitado me animó para que ingresara a la formación, la cual se llevó a cabo los días sábados .
En este lugar me sentí más animada, ya que mi profesora era muy dulce y amorosa, me hizo sentir amada por Nuestro Señor, lo cual me condujo a un gran gozo porque estaba muy alejada de Dios y no conocía nada sobre Él a pesar de ser bautizada .
Lo primero que hizo el Señor en mi vida fue alejar las malas amistades y las personas que me alejaban de Él, además me dio fortaleza para seguirlo a pesar de las adversidades, porque cuando una persona se decide por Dios, tiene muchos tropiezos que son causas por el enemigo que no quiere perder a ninguna alma.
Otra gran obra que hizo el Señor fue convertir a mi hija, la cual me juzgaba por asistir a la Asociación y por frecuentar los sacramentos, pero Jesús con su amor la fue atrayendo, y hoy en día ella también se forma y frecuenta los sacramentos junto conmigo
Pero del Señor no solo recibió las gracias descritas anteriormente sino que Él me ha sanado físicamente en varias ocasiones, una de las que más recuerdo sucedió durante una oración comunitaria en la que le pidió al Señor que me sanara una masa que tenía en la muñeca de la mano derecha, que me impidió escribir porque sentí mucho dolor.
Yo había ido al médico para que me revisaran y la única solución que me ofrecieron fue una operación, pero yo no quise acceder; y con la fe puesta en Dios, le pedí que me sanara, y así fue, no supe en qué momento pasó, pero con el tiempo esa masa desapareció y dejé de sentir el dolor que me aquejaba.
Recibí otra sanación en el año 2020, cuando detecté que tenía una masa en el seno derecho, que me causaba dolor, la cual después de la ecografía y los exámenes frecuentes se prolongaban que era benigna, pero que debía hacer controles periódicos, para evitar un posible cáncer de mama, sin embargo luego de pedir la sanación al Señor, última lesión fue desapareciendo gracias a su Misericordia ya la fecha no he vuelto a sentir ninguna molestia.
Así mismo, el mes de junio del año 2022 tuve un accidente cerebrovascular durante que inicialmente me produjo un daño neurológico consistente en pérdida de la memoria, dificultad para caminar, para hablar y para coordinar movimientos básicos, sin embargo, Dios me fortaleció y me sanó ya la fecha no tengo ninguna secuela de este ACV, pese a que, según los médicos fue muy grave ya que tuve tres lesiones en el cerebelo.
Durante ese momento tuve la bendición de contar con la oración de mis compañeros de la Asociación y de mi Director Espiritual don Luis Fernando Gómez Suárez, quienes rogaban a Dios insistentemente para que me mejorara y para que no fuera intervenido quirúrgicamente, ya que es bien sabido que las operaciones en el cerebro son muy peligrosas y existe un riesgo muy grande de que las personas queden con secuelas graves; oración que fue escuchada por Nuestro Señor ya que no solo no me operaron sino que estoy sana para la Gloria de Dios